El otoño es una estación del año que viene asociada a la bajada de las temperaturas, a la noche ganando al día, a la melancolía o a las hojas que comienzan a caer de los árboles. No obstante, también se puede asociar a colores como el naranja o el marrón y si nos vamos a alimentos, cómo no, con la crema de calabaza.
Pero ¿cuántos tipos de calabazas conoces? Sí, piénsalo. Y no nos digas las de Halloween, que también. ¿2? ¿3? ¿Ninguna? Se estima que esta hortaliza tiene alrededor de 850 especies de plantas con su correspondiente fruto. ¿Te gustaría descubrir las más importantes? En el blog de conservas de vegetales de Hida Alimentación te las presentamos.
Calabaza Cucúrbita Máxima
Probablemente la calabaza más conocida, aunque no sepas su nombre. De originaria de América del Sur es de las especies de las calabazas más grandes, aquellas que suelen utilizarse para Halloween (grandes, redondeadas y naranjas). Este tipo suele ser la más utilizada para hacer crema de calabaza, pastel o purés, debido a la consistencia de su pulpa y a su piel suave y fina.
Calabaza Potimarron
Uno de los grandes tesoros de América Central y muy popular en Francia. Es bastante pequeñita, incluso se parece a una bombilla pero por dentro es bastante dura. De color amarilla anaranjada si la preparas al horno creerás estar consumiendo castañas. Gratinada, asada, en crema de calabaza o puré, en cualquier combinación está deliciosa.
Calabaza Patisson, Bonetera o Peter Pan
Llamada de distintas formas, aunque su origen sea español, se trata de una calabaza de verano fresca y de una piel bastante fina. Se puede cocinar de varias maneras, guisos, asarla al horno, rellena o rebozada, incluso si se es joven puedes añadirla a las ensaladas. No obstante, debido a su escaso tamaño, su uso más habitual está en la decoración.
Calabaza Espagueti
¡Ojo! No confundir con esa pasta italiana que tanto nos gusta. Se denomina así ya que al cocerla en un horno su pulpa tiende a deshacerse en largas hebras en una forma similar a los espaguetis. Se trata de una variedad de invierno, con un color entre amarillo y anaranjado. Entre sus usos más habituales está mezclarla con queso, pimienta, mantequilla y sal, una forma ideal para acompañar una pechuga o un pescado asado.
Calabaza Turbante
Otra de carácter decorativa. A diferencia del resto, se puede cultivar tanto en verano como en invierno. Tiene diversas variedades con distintos sabores y colores como el verde oscuro o el naranja brillante. Ideal para preparar una crema de calabaza o un puré debido a que es muy sabrosa.
Calabaza Butternut o Cacahuete
Grande, alargada, de invierno y en forma de pera podría ser una descripción muy precisa de este tipo de calabaza. Su piel es algo más gruesa que el resto de calabazas normales, así como de un color crema bastante anaranjado. Probablemente sea una de las más utilizadas por su textura tan cremosa, debido a su papa dulce, y porque puede utilizarse para un sinfín de platos, ya sea frita, cocida, horneada, asada ¡incluso cruda!
Calabaza Cucurbita Ficifolia
La ideal si estás pensando preparar un postre o para hacer Cabello de Ángel ¡la repostería la ama! No obstante, es de las calabazas más extrañas que existen ya que para disfrutar de todo su sabor se debe esperar alrededor de medio año. De colores verdes y amarillentos, su pulpa blanca esconde todos los secretos que tanto gustan a cualquier paladar.
¿Y nosotros con cuál nos quedamos? Difícil cuestión, pero siempre elegiremos nuestra crema de calabaza elaborada con patata, cebolla, zanahoria, tomate, nata, queso Grana-Padano y, por supuesto, de calabaza. Y tú, ¿qué variedad de calabaza te gusta más?