La alimentación juega un papel fundamental en la salud de nuestra piel. Más allá de los cosméticos, lo que comemos influye directamente en la hidratación, elasticidad y luminosidad del rostro. ¿Quieres una piel más sana y radiante? Te contamos cuáles son los mejores alimentos para mejorar la piel desde el interior.

1. Alimentos ricos en antioxidantes: la clave contra el envejecimiento

Los antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. Incorporar estos alimentos a tu dieta protegerá tu piel del daño celular y le dará un aspecto más joven.

  • Tomates: Ricos en licopeno, un potente antioxidante que protege la piel del daño solar.
  • Zanahorias: Su alto contenido en betacarotenos ayuda a mejorar el tono y la luminosidad de la piel.
  • Pimientos rojos: Fuente de vitamina C, esencial para la producción de colágeno.
  • Frutos rojos: Arándanos, fresas y frambuesas son aliados perfectos para una piel más firme y protegida.

2. Grasas saludables: esenciales para una piel hidratada

Las grasas saludables son fundamentales para mantener la elasticidad y prevenir la sequedad.

  • Aguacate: Rico en vitamina E y ácidos grasos esenciales, proporciona una piel hidratada y flexible.
  • Aceite de oliva virgen extra: Un básico en la dieta mediterránea con propiedades antiinflamatorias que favorecen la regeneración celular.
  • Frutos secos: Almendras, nueces y avellanas aportan omega-3 y vitamina E, esenciales para la piel.
  • Salmón y otros pescados grasos: Contienen ácidos grasos omega-3, que reducen la inflamación y mejoran la barrera cutánea.

3. Hidratación: el gran secreto de la piel luminosa

Beber suficiente agua es crucial para mantener una piel radiante. Además, algunos alimentos con alto contenido en agua ayudan a potenciar la hidratación:

  • Pepino y apio: Contribuyen a mantener la piel fresca y flexible.
  • Sandía y melón: Ricos en agua y antioxidantes, ideales para una piel hidratada.
  • Calabacín y espinacas: Llenos de agua y nutrientes esenciales.

4. Proteínas para una piel firme y regenerada

El colágeno es una de las proteínas más importantes para la piel. Consumir alimentos ricos en proteínas favorece su producción y ayuda a mantener la firmeza.

  • Legumbres: Lentejas y garbanzos aportan proteínas vegetales y minerales esenciales.
  • Huevos: Contienen aminoácidos esenciales para la regeneración celular.
  • Carne magra y pollo: Fuente de proteínas de alta calidad que fortalecen la piel.

5. Vitaminas y minerales imprescindibles para el cuidado de la piel

Las vitaminas A, C, D y E, junto con minerales como el zinc y el selenio, juegan un papel fundamental en la salud cutánea.

  • Verduras de hoja verde (espinacas, kale): Aportan hierro y vitaminas esenciales para la regeneración de la piel.
  • Cítricos (naranjas, kiwis, limones): Ricos en vitamina C, ayudan a la producción de colágeno.
  • Semillas de girasol y calabaza: Fuente de zinc y vitamina E, perfectos para combatir el acné y mejorar la elasticidad de la piel.

Una piel sana y luminosa no solo depende de los productos que aplicamos, sino también de los alimentos que consumimos. Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes, grasas saludables, proteínas y vitaminas, es clave para mantener la piel hidratada, firme y protegida.

Consejo extra: complementa estos alimentos con un estilo de vida saludable, bebe agua suficiente, duerme bien y evita el estrés. ¡Tu piel lo agradecerá!

Uno de los mitos más extendidos es que consumir carbohidratos por la noche es una mala idea, ya que supuestamente contribuyen al aumento de peso. Pero, ¿qué dice la ciencia sobre este tema?

En este blog, desglosamos el mito y te damos las claves para entender si los carbohidratos pueden ser aliados incluso a última hora del día.

El Mito: Carbohidratos que «Engordan» por la Noche

La idea de que los carbohidratos por la noche se transforman automáticamente en grasa proviene de la creencia de que el cuerpo no utiliza tanta energía mientras dormimos, almacenando los carbohidratos como grasa en lugar de quemarlos. Sin embargo, esto no es del todo cierto.

El aumento o pérdida de peso depende de un balance calórico general, es decir, de la cantidad de calorías consumidas frente a las gastadas durante el día. Comer carbohidratos por la noche no es intrínsecamente malo; lo que importa es la calidad, cantidad y el contexto de tu dieta.

¿Qué Dice la Ciencia?

Estudios recientes han demostrado que el cuerpo no tiene un “reloj” estricto que determine cómo procesa los carbohidratos según la hora del día. Más bien, el cuerpo utiliza los carbohidratos como fuente de energía, ya sea inmediatamente o almacenándolos como glucógeno en los músculos y el hígado para usarlos más tarde.

Claves importantes

  1. Si tus calorías están dentro de tus necesidades diarias, los carbohidratos por la noche no causarán un aumento de peso.
  2. La calidad de los carbohidratos (simples vs. complejos) es más relevante que la hora en que los consumes.
  3. Los carbohidratos pueden incluso mejorar la calidad del sueño, ya que ayudan en la producción de serotonina, un precursor de la melatonina.

Beneficios de Comer Carbohidratos por la Noche

Lejos de ser enemigos, los carbohidratos pueden ser aliados en la noche si se consumen correctamente. Aquí te dejamos algunos beneficios:

  1. Promueven el descanso:
    Los carbohidratos complejos, como avena o pan integral, pueden aumentar la producción de melatonina, ayudándote a conciliar el sueño.
  2. Recuperación muscular:
    Si entrenas por la tarde o noche, consumir carbohidratos te ayuda a reponer las reservas de glucógeno muscular y a recuperarte más rápido.
  3. Control del apetito:
    Un pequeño aporte de carbohidratos puede ayudarte a sentirte saciado, evitando picoteos nocturnos que sí podrían contribuir a un exceso calórico.

Qué Carbohidratos Elegir por la Noche

La clave está en la calidad. Los carbohidratos complejos son ricos en fibra, tienen un índice glucémico bajo y liberan energía de forma sostenida. Algunas opciones saludables incluyen:

  • Arroz integral
  • Pasta integral
  • Avena
  • Legumbres (lentejas, garbanzos)
  • Verduras almidonadas (boniato, calabaza)

Evita los carbohidratos simples y procesados, como bollería, pan blanco o cereales azucarados, ya que pueden provocar picos de azúcar en sangre seguidos de una caída brusca.

Ideas de Cenas con Carbohidratos Saludables

Si decides incluir carbohidratos en tu cena, estas combinaciones son equilibradas y fáciles de preparar:

  1. Arroz integral con pisto: Una combinación ligera y nutritiva, rica en fibra y antioxidantes.
  2. Tostadas integrales con escalivada: Perfectas para un snack nocturno o una cena rápida.
  3. Crema de calabaza con pan integral tostado: Una opción reconfortante, baja en calorías y rica en fibra.
  4. Boniato al horno con verduras: Ideal para una cena saludable y saciante.
  5. Pasta integral con tomate frito: Una receta clásica y deliciosa, lista en minutos.

Los carbohidratos no son enemigos, ni siquiera por la noche. Lo importante es consumirlos de manera consciente, optando por opciones integrales y equilibrando tu ingesta calórica total. Lejos de sabotear tus objetivos, pueden ayudarte a mejorar la calidad de tu descanso, recuperarte mejor y disfrutar de cenas deliciosas.

¿Estás listo para reconciliarte con los carbohidratos nocturnos? ¡Atrévete a incluirlos en tus cenas con creatividad y equilibrio!

¿Alguna vez te has preguntado cómo se alimentan los atletas olímpicos para rendir al máximo? La disciplina y el entrenamiento son claves, pero la alimentación es fundamental para poder lograrlo. Por eso, como nos gusta cuidarte, te contamos los secretos de la nutrición deportiva y cómo puedes aplicarlos a tu vida diaria para mejorar tu salud y rendimiento. ¡Presta atención!

El equilibrio perfecto

Para los atletas olímpicos, la nutrición es tan importante como el entrenamiento. Una dieta adecuada no solo les ayuda a mantenerse en forma, sino que también mejora su rendimiento y acelera su recuperación.

Los atletas dedican tanto tiempo a planificar sus comidas como a entrenar, ya que la alimentación adecuada puede marcar la diferencia entre ganar o perder una competencia.

Adapta tu dieta a tus necesidades

No todos los deportes requieren un mismo entrenamiento, al igual que no todos ellos necesitan la misma dieta. Cada atleta debe adaptar su alimentación a sus necesidades particulares.

Por ejemplo, los deportistas de resistencia, como los maratonistas, necesitan una dieta alta en carbohidratos para mantener sus niveles de energía durante largos periodos de ejercicio.

En cambio, los de fuerza, como los levantadores de pesas, se benefician de una ingesta elevada de proteínas para construir y mantener la masa muscular; y los de velocidad y agilidad, como el fútbol y el baloncesto, necesitan una mezcla de carbohidratos y proteínas para proporcionar energía rápida y apoyar la recuperación muscular.

Y, por su parte, los deportes que demandan coordinación y precisión, como el tenis y el golf, requieren una alimentación equilibrada que incluya grasas saludables y micronutrientes esenciales para mantener la concentración y la salud general.

Nutrientes esenciales

  • Proteínas: son fundamentales para la recuperación muscular y el crecimiento. Las encontrarás en carnes magras, pescado, huevos, legumbres y nueces.
  • Carbohidratos: son la principal fuente de energía de los deportistas. Opta por carbohidratos complejos como avena, arroz integral, patatas y pasta de trigo integral.
  • Grasas saludables: te ayudarán a mantener el equilibrio hormonal y una buena salud. Los aguacates, frutos secos, aceite de oliva y pescado graso como el salmón son excelentes opciones.
  • Vitaminas y minerales: vitaminas como la C y la D, y minerales como el calcio y el hierro, son cruciales para el bienestar general. Por ello, los tomates son una excelente fuente de vitamina C, así como otros antioxidantes importantes. Por su parte, el brócoli y las espinacas son ricos en calcio y hierro, esenciales para la salud ósea y el transporte de oxígeno en la sangre.

Hidratación y recuperación

Mantenerse hidratado es vital. Los atletas olímpicos beben agua constantemente y, a menudo, complementan con bebidas isotónicas para reponer electrolitos.

Después del ejercicio, se enfocan en la recuperación con alimentos ricos en proteínas y carbohidratos para reparar los músculos y reponer las reservas de glucógeno.

Ahora ya conoces algunos de los secretos de la nutrición olímpica. No necesitas ser un atleta de élite para beneficiarte de estos consejos. Adopta estos hábitos y verás cómo tu energía y rendimiento mejoran día a día. ¿Listo para empezar? ¡Hazlo hoy mismo y siente la diferencia!

Cada vez somos más conscientes de la importancia de cuidar nuestra alimentación. De esa misiva, unida a la necesidad de respetar el entorno en el que vivimos, surge la dieta regenerativa. ¿Has oído hablar sobre ella? ¡No te preocupes! Como nos gusta cuidarte, en este post te contamos todo lo que deberías saber. ¡Presta atención!

Salud y medioambiente

La esencia de la alimentación regenerativa es que se trata de un tipo de dieta que busca no solo nutrir el cuerpo, sino también restaurar y fortalecer el medioambiente.

Aunque de primeras pueda parecer que no tienen nada que ver una con el otro, la realidad es que ambas van prácticamente cogidas de la mano. Sin unas aguas limpias, no podremos pescar peces sanos y con un aire contaminado, no podremos respirar correctamente; lo que deriva en una espiral sin fin.

Por eso, la dieta regenerativa va más allá de simplemente proporcionar al cuerpo los nutrientes necesarios para funcionar, también promueve la creación de un ambiente regenerado.

Cuida tu bienestar

Una de las claves principales para mantenernos sanos es cuidar nuestra alimentación. Para ello, la dieta regenerativa se convierte en una herramienta poderosa para mejorar nuestra calidad de vida y promover el bienestar a largo plazo.

Al convertir nuevos hábitos alimentarios en más saludables, es posible reducir la inflamación del cuerpo y, en consecuencia, aliviar los síntomas de enfermedades crónicas y mejorar el bienestar general.

Además, al priorizar alimentos frescos, integrales y ecológicos, se aumenta la ingesta de vitaminas, minerales y antioxidantes que son fundamentales para la salud celular y el funcionamiento adecuado del organismo en su conjunto.

Cómo adaptar tu dieta

Adoptar la dieta regenerativa implica un cambio en nuestros hábitos alimenticios y en nuestra relación con la comida y el medio ambiente. Para ello, es necesario aprender a elegir conscientemente alimentos de calidad y beneficiosos para nuestro organismo y, a su vez, que apoyen prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

De este modo, cada vez más, seremos más conscientes de dónde provienen nuestros alimentos, cómo se producen y cómo nuestras elecciones pueden tener un impacto positivo en la salud del planeta y en nuestra propia salud.

Para ello, comprar alimentos ecológicos, te asegurará seguir disfrutando de la calidad de los productos, su buen sabor y de cuidar la naturaleza. ¡No hay mejor forma de empezar a cuidarse!

¡Ahora ya lo sabes! Al elegir una dieta regenerativa estarás también escogiendo un futuro más saludable y sostenible para todos. ¡El cambio empieza en ti mismo!

Para mantener una alimentación saludable es importante lograr un perfecto equilibrio entre ingredientes de origen vegetal y proteínas vegetales completas. Tranquilo, aunque suene complicado, es mucho más sencillo de lo que crees. La clave está en la variedad. Pero no te preocupes, como nos gusta cuidarte, te damos algunos consejos sobre cómo incluir las proteínas vegetales en tu dieta.

¿Qué son las proteínas vegetales?

Las proteínas son las encargadas de reparar y producir células, así como de mantener en óptimas condiciones los músculos, cartílagos, piel, etc. Estas están compuestas por aminoácidos esenciales, los cuales son imposible que nuestro cuerpo genere por sí mismo. Por ello, es importante la ingesta de determinados alimentos que los contienen.

Ahora bien, es posible obtenerlos por dos vías: las animales y las vegetales, siendo estas últimas bajas en grasa, no contienen colesterol y aportan una mayor cantidad de fibra a nuestros tejidos.

¿Dónde encontrarlas?

Este tipo de proteínas se encuentra en multitud de alimentos como frutas, verduras y legumbres, lo cual significa que contamos con una amplia variedad de posibilidades. ¡Te las descubrimos!

Legumbres

Esta familia de alimentos es ideal para la ingesta de proteínas vegetales, pues contienen todos los aminoácidos esenciales para nuestro organismo. Y no, los guisos y potajes, aunque son ideales y reconfortantes en invierno, no son la única forma de consumirlos.

Por ejemplo, con los garbanzos puedes preparar un delicioso tentempié de hummus, con las lentejas una ensalada y con las judías una hamburguesa. ¡Los límites los pones tú! Así que, deja volar tu imaginación y prueba a cocinar todo tipo de recetas con estos ingredientes. Venga, que te ayudamos a dar el paso con estas ideas de nuestro blog.

Frutos secos

Las almendras, avellanas, nueces o cacahuetes son solo algunos de los frutos secos más habituales para servirte de aperitivo o snack saludable. Estos cuentan con una enorme concentración de nutrientes como proteínas vegetales y ácidos grasos Omega3.

¡Pero cuidado! Lo recomendable es consumirlos sin sal y al natural, es decir, que no estén fritos, para conservar todos sus beneficios y nutrientes intactos.

Cereales

Los más comunes son el trigo, el arroz, el maíz y la avena, aunque el que más destaca por ser una fuente de proteínas es la quinoa, la cual es la opción ideal para los intolerantes al gluten.  

¿Lo mejor? Todos ellos son muy fáciles de combinar con otros alimentos y ofrecen gran versatilidad de formatos, desde salsas y guisos hasta ensaladas u horneados.

¿Cómo consumirlas?

Como habrás comprobado, todos estos alimentos son básicos y, por lo tanto, sencillos de combinar con otros, por lo que no tengas miedo de caer en las típicas recetas.

A partir de ellos puedes elaborar patés, cremas frías, ensaladas y, por qué no, también recetas más atractivas como pizzas, hamburguesas y lasañas. Y, sobre todo, procura que exista variedad y que al cocinarlas mantienes sus nutrientes.

¿Te animas a incluirlas en tu dieta? ¡Cuidarse es mucho más fácil de lo que crees!

Contar con una alimentación equilibrada y variada puede ser una tarea complicada para muchos. Por eso, como nos gusta cuidarte, te damos algunos consejos para incorporar las frutas, verduras y hortalizas en tu dieta. ¡Toma nota!

En la variedad está la clave

Existe una gran diversidad de alimentos que puedes incorporar en tu dieta. Elegir solo dos o tres sería un grave error, pues te perderías los amplísimos beneficios y, sobre todo, el gran sabor de cada uno de ellos.

Cuanta más variedad de frutas, verduras y hortalizas consumas, mayores serán los nutrientes que absorberá tu cuerpo y mayor tu estado de bienestar. Por eso, intenta incluir de un modo u otro los distintos tipos que hay. ¿Qué te parece si pruebas una nueva cada mes?

Adáptate a cada temporada

Una de las grandes ventajas de estos alimentos es que en cada estación encontramos unos diferentes, lo que nos permitirá cumplir con esa variedad de la que hablábamos en el punto anterior. Además, es importante consumir productos de temporada que nos garanticen un consumo sostenible y responsable con el medio ambiente.

En verano, elige alimentos con los que puedas elaborar recetas más refrescantes como una escalivada o un carpaccio de pepino, pesto y queso feta.

Y, en invierno, escoge aquellos que puedas emplear en preparaciones más consistentes y que te protejan del frío, como puede ser un estofado con cebolla frita o unos huevos al horno con tomate frito y queso.

Prueba nuevos formatos

Hay muchas personas que no comen determinadas comidas porque desde pequeños no las han consumido de manera atractiva. ¡Te traemos la solución!

Intenta consumirlos en formatos más apetecibles. Por ejemplo, ¿por qué no te preparas un refrescante smoothie o batido de frutas? Las verduras al horno pueden ser todo un hallazgo y combinarlas con el hojaldre enamorará hasta al más reacio. Te animamos a probar esta receta de coca con escalivada y caballa.

Y tranquilo, no pasa nada si una fruta o verdura no te cautiva. No tiene por qué gustarte todo, pero no por ello desistas en probar otros, pues de hacerlo te perderás otros muchos sabores que seguramente si te agraden.

Date un capricho… ¡saludable!

En lugar de optar por snacks o comida rápida con un alto valor calórico, sustitúyelas por otras opciones más saludables. Y que no cunda el pánico, es mucho más sencillo de lo que crees. ¡Te damos algunas ideas!

Cambia las patatas fritas por chips de manzana horneados o hummus casero. También puedes evitar las apetitosas galletas de la merienda y elegir una pieza de fruta… ¡deberías probar las chips de manzana al horno!

Cuando te apetezca una cena diferente, prueba a preparar una pizza elaborando tú mismo la masa y añadiéndole verduras como calabacín, tomate, champiñones o pimiento. Y, si quieres ser algo más atrevido, elabora la base a partir de brócoli o haz espaguetis a partir de zanahoria. ¡Te sorprenderá el resultado!

Un plus de sabor

Una de las principales vedas que se les pone a las verduras es, inexplicablemente, su sabor. Prueba a elaborar salsas saludables que las acompañen y les aporten un mayor aroma. Existen muchas opciones, solo tienes que encontrar la que más te guste.

¡Y nosotros tenemos la solución! En Hida entendemos bastante de salsas: boloñesa, napolitana, pesto alla genovese… ¡y eso sin hablar de nuestros productos caramelizados! Te sorprendería la buena combinación que forman del tomate o el pimiento caramelizado con multitud de recetas.

Ahora ya lo sabes, no hay excusas para integrar las frutas, verduras y hortalizas en tu alimentación. ¡Te queda todo un mundo de sabores por descubrir!

¿Sabías que los expertos diferencian hasta tres tipos de “cuerpos” (somatotipos) distintos, y que no a todos les va bien el mismo tipo de dieta o ejercicio? Si llevas tiempo en plena operación bikini y no consigues los mismos resultados que amigos o familiares que hacen la misma dieta o deporte que tú, tal vez no estés teniendo en cuenta tu tipo de cuerpo y sus necesidades.

¿Quieres saber cuál es el tuyo y qué tipo de operación bikini le va mejor? En el blog de conservas vegetales de Hida Alimentación te los comentamos. ¡Sigue leyendo!

Somatotipo Ectomorfo: “Cuerpo Delgado”

¿Tu constitución es alta y delgada, y es fácil que se distingan los huesos de tu clavícula, tobillos o muñecas? Entonces tu tipo de cuerpo seguramente sea lo que comúnmente se denomina como Delgado.

En aquellas personas que lo poseen, el metabolismo es muy activo y rápido, por lo que quema mucho antes las calorías, y no tienden a engordar con la misma facilidad que otros cuerpos… pero también les cuesta más ganar musculatura. Por lo que sus operaciones bikini se suelen centrar más en aumentar volumen en zonas como los glúteos, piernas o caderas, que en perder peso.

Su dieta suele estar centrada en ganar músculo. Es por ello que no deben escatimar en carbohidratos (presentes en todo tipos de pasta y arroces, a los que siempre se les puede añadir condimentos como tomate frito light) y proteínas (que se pueden hallar en carnes como el pollo, el pavo o el atún).

Suelen tener mayor facilidad para deportes como el ciclismo o las carreras, pero si su prioridad es ganar músculo, entonces su actividad física debe estar centrada en ejercicios de fuerza básicos, que permitan paulatinamente ir subiendo el peso de los materiales usados. Es importante realizar series cortas pero intensas y no más de 90 minutos.

Somatotipo Mesomorfo: “Cuerpo Atlético”

¿No eres una persona ni muy alta ni muy baja, y tu constitución es más bien tirando a fibrosa o se te marcan con mayor facilidad los músculos? Entonces perteneces a la categoría de los Atléticos. Su metabolismo es activo y están genéticamente predispuestos a desarrollar musculatura con mayor facilidad.

El principal objetivo debe ser tonificar y proveer de la proporción adecuada de músculo a cada una de las partes de su cuerpo, para que quede lo más armónico posible. Si bien su índice de grasa es moderado o normal, no deben descuidar su alimentación.

Una dieta rica y variada, con moderación en el uso de carbohidratos y grasas, es lo mejor. Platos que incluyan pescados como el atún, salmón o bonito suelen ser una buena opción, a los que se les puede incluir salsas variadas, o condimentos como tomate frito light, que potencien su sabor.

Pueden hacer una mayor variedad de deporte, y se les aconseja mezclar trabajos de resistencia y fuerza con estiramientos, para ayudar a tonificar las zonas de tu cuerpo con más tono muscular.

Somatotipo Endomorfo: “Cuerpo Redondo”

¿Tu constitución es de formas redondeadas, con mayor volumen corporal en la zona de las piernas, glúteos o vientre y te cuesta bajar de peso más que a otras personas? Entonces tu tipo de cuerpo es Redondo.

El metabolismo de estas personas es el más lento de los tres, y a la hora de enfrentarse a un desgaste calórico, tienden a guardar como reserva las calorías que ya poseen en vez de quemarlas. Es por ello que les cuesta más adelgazar. Sin embargo, suelen ganar musculatura con mayor facilidad que, por ejemplo, el primer tipo.

Si tu principal objetivo para este verano es adelgazar y tonificar, lo más aconsejable es realizar actividad física de gran intensidad a intervalos (spinning, ciclismo, running…), además de ejercicios de fuerza con los que definir y trabajar la musculatura.

Sería un error someter a una dieta estricta a este tipo de cuerpo, pues se obtendrá un efecto rebote. Es aconsejable evitar los carbohidratos y las grasas en las comidas, así como aquellos productos con alto contenido en azúcar.

Ahora que ya sabes los tipos de dietas y los ejercicios que debes hacer dependiendo de tu modalidad de cuerpo. Desde el blog de Hida Alimentación te preguntamos: ¿Has comenzado correctamente tu operación bikini u operación para el verano?