Por todos es sabido que, aunque el paladar da el veredicto final, se come antes por los ojos que por la boca. Por eso, para ciertas personas puede ser una tarea complicada lograr que sus elaboraciones sean atractivas a la vista. ¿Y cómo se consigue eso? En este post te damos algunos consejos para mejorar las presentaciones de tus recetas. ¡Es mucho más fácil de lo que crees!
Busca referencias
La mayoría de las veces nos ocurre que sabemos preparar un plato exquisito, pero en el momento de emplatar no tenemos ni idea de por dónde empezar. ¿Un truco? Ten siempre referencias.
Ya sea en revistas, en programas de cocina, en las redes sociales de marcas, influencers, mediante hashtags… no importa, la clave es nutrirte, no solo comiendo, sino, con buenos ejemplos que te sirvan de inspiración y que puedas implementar en elaboraciones propias. Te damos algunas ideas aquí.
No te compliques
Cuando no sabemos hacer algo, no podemos empezar por lo complicado. Para el emplatado ocurre lo mismo, no busques conseguir un resultado espectacular y complejo, mejor comienza por algo más sencillo y ve progresando conforme te sientas cómodo.
Te proponemos empezar por platos que busquen la simplicidad y casi el minimalismo. Y, poco a poco, y solo si quieres, vayas incluyendo más elementos en tus recetas.
Aporta texturas
Aunque la simplicidad te puede ayudar, también puede ser un arma de doble filo pues, ¿qué pasa con las sopas y cremas? Es posible que estas sean las recetas más sencillas -visualmente hablando- que encontremos en nuestro recetario, ¿cómo las presentamos para que no sean aburridas?
Pero no te preocupes. Se pueden convertir en un plato irresistible si le añadimos semillas, frutos secos picados o, incluso, algunas hierbas aromáticas como la albahaca o unas hojitas de perejil.
Juega con los colores
Si buscas una buena presentación para una celebración especial te aconsejamos ir a lo seguro: el blanco no falla.
Procura que la base de la receta sea de ese color y, a partir de ahí, incluye otros alimentos que le aporten un contraste más llamativo. Por ejemplo, si el ingrediente principal es la merluza, añade una salsa de Calabacín y Cebolla para dotarlo de un tono diferente.
Y, si quieres dar un paso más allá, las verduras a la plancha o al horno son un gran aliado para jugar con los colores y, a su vez, enriquecerlo con un gran sabor.
Utiliza los utensilios de cocina
Aprovecha las herramientas que tienes a tu disposición para adornar tus platos. Y, sí, nos referimos a las cucharillas, tenedores y vasos. Te proponemos varias formas de hacerlo con las que lograrás un estilo más sofisticado y profesional.
Por ejemplo, pon una cucharadita de salsa en un lateral de tu plato y restriégala cuidadosamente y con un gesto seco con ese mismo utensilio. También puedes “mojar” los bordes de un vaso en salsa y pintar el plato con esta forma para, encima, colocar los ingredientes alrededor del círculo. ¡Deja volar tu imaginación!
Elige bien la vajilla
Los platos que empleas pueden marcar la diferencia en la presentación de tus recetas. Y es que, una tabla de madera combina genial con unos trocitos de queso, paté y tostadas; o unas croquetas con un plato de pizarra negra.
Lo mismo ocurre con los postres, servir el dulce o la fruta en un vasito de cristal aportará una sensación más elegante y cuidada y que abrirá apetitos con tan solo mirarlos.
Limpieza
A veces, para lograr un resultado atractivo, es tan sencillo como mantener limpia la zona. Es decir, prepara una mesa ordenada, despejada y limpia los bordes de los platos con una servilleta para evitar manchas que lo puedan haber ensuciado al servir.
¿A qué esperas para poner en práctica todos estos consejos? ¡Atrévete a experimentar con tus presentaciones!