Elegir una sartén no es una tarea fácil. Las podemos encontrar de todo tipo de materiales y tamaños, y a simple vista puede parecer que todas nos sirven para todo, pero no es así, hay sartenes que son mejores para unos cocinados que para otros. Pero no te preocupes, en el blog conservas vegetales de Hida Alimentación nos encanta ayudarte y por eso os mostramos los distintos tipos de sartén que existen actualmente. ¡Toma buena nota!
Sartenes antiadherentes
Este tipo de sartenes son muy fáciles de limpiar y casi no necesitan mantenimiento. Sea cual sea el alimento que cocinemos, no se va a pegar a la superficie, lo cual hace que cocinar con ellas sea bastante agradable. El inconveniente que tienen es que su vida útil es limitada porque el revestimiento de teflón se degrada con el uso y se desprende. Cuando esto nos pase tendremos que deshacernos de nuestra sartén ya que este material puede resultar tóxico para el organismo. Para poder alargar su tiempo de uso conviene que utilicemos utensilios de madera o silicona y lavarlas a mano con esponja para no rayar su superficie.
En esta sartén podríamos preparar un zarangollo con huevo, calabacín y Cebolla frita sin preocuparnos por que se nos quede pegado a la misma.
Sartenes de titanio
El titanio permite que cocinemos con menos aceite. Las sartenes hechas con este material distribuyen muy bien el calor, permitiéndonos ahorrar energía. Después de usarlas podemos lavarlas a mano o meterlas en el lavavajillas. Hay que tener en cuenta que este tipo de sartenes son más pesadas que las demás. También tienen una capa final de teflón, que hace que los alimentos no se peguen, por lo tanto, tendremos que usar utensilios de madera o silicona para que no se raye.
Este tipo de sartén está indicada para preparar cualquier tipo de plato estilo slow food.
Sartenes de cerámica
Las sartenes de cerámica son una alternativa a las que llevan teflón, ya que si se rayan no liberan sustancias tóxicas. Hay que tener en cuenta que son poco antiadherentes y requieren de bastante mantenimiento. Para no estropear sus propiedades, es mejor lavarlas a mano y no usar utensilios metálicos con ellas.
Unas papas rellenas o unos lomos salteados son dos opciones ideales para cocinar en este tipo de sartenes.
Sartenes de hierro fundido
Estas sartenes son versátiles, duraderas y resistentes. Si las cuidamos bien incluso las podemos pasar a las siguientes generaciones de nuestra familia. Dentro de los inconvenientes que presenta, además del precio, está el proceso de curación inicial que ayuda a proteger la sartén porque crea una capa antiadherente de forma natural. Este proceso se lleva a cabo durante los primeros usos utilizando aceite. Lo bueno que tienen estas sartenes es que respetan el sabor de los alimentos y se pueden utilizar tanto con cocinas de gas como de inducción y vitrocerámica.
En esta sartén podremos preparar unos espaguetis con salsa boloñesa al horno perfectamente porque también se pueden utilizar en estos.
Sartenes de acero inoxidable
Al igual que las sartenes de hierro fundido, las de acero inoxidable también tienen que pasar por un proceso de curación para evitar que los alimentos que cocinemos, como el Tomate frito o el pisto de verduras, se peguen. Al estar hechas con este material, no conducen bien el calor, por tanto, tendremos que elegir una con fondo difusor. Además, tendremos que precalentarlas bien antes de cocinar.
Sartenes de aluminio forjado
Estas sartenes son muy ligeras y más manejables que las opciones anteriores. Hay que tener en cuenta que las baratas pueden llevar riesgos, ya que si durante la cocción se desprende el metal y se adhiere a lo que estemos cocinado, a largo plazo puede perjudicar a nuestra salud. Es muy importante que si nos decidimos por este tipo de sartén elijamos una que lleve un recubrimiento antiadherente y sean libres de PFOA.
Ligeras para maniobrar con ellas sobre el fuego ¡son ideales para darle la vuelta a tu tortilla con Cebolla frita!
Estos son los tipos de sartén que podrá encontrar en cualquier tienda, ¿ya sabes cuál será tu próxima sartén?