Existen diferentes estudios que afirman que más de la mitad de la población española padece de hipercolesterolemia, o lo que es lo mismo, de colesterol alto. Un dato preocupante, dañino para nuestra salud, y que nos debe hacer reflexionar, no en vano el colesterol alto es uno de los principales problemas de salud en el mundo. Y por más tomate natural que consumamos, no vamos a solucionarlo rápidamente.

Por ello, como nos encanta cuidarte, en el blog de conservas de vegetales de Hida Alimentación, te ofrecemos algunas pistas para que consigas mantenerlo a raya, mejorando nuestra salud.

¿Qué es el colesterol y qué tipos hay?

Antes de tomar medidas, es esencial entender qué es el colesterol y a qué nos enfrentamo. Es una grasa presente en todas nuestras células y es vital para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Principalmente, el hígado produce colesterol, pero también lo obtenemos de los alimentos que consumimos. Hay dos tipos principales:

1. Colesterol bueno (HDL): Su función es recoger el exceso de colesterol y transportarlo de vuelta al hígado para su eliminación.
2. Colesterol malo (LDL): Lleva el colesterol del hígado a las células. Niveles elevados de LDL pueden acumularse en las paredes arteriales, lo que puede llevar a complicaciones cardíacas.

Actividad física

Hay que moverse. No queda otra. Correr, saltar, caminar deprisa, pedalear, patinar. Todo suma.  30 minutos al día unas 5 veces por semana es más que suficiente. Al bombear el corazón, te ayuda a perder peso y a reducir los niveles de colesterol LDL. Así que, ponte tus zapatillas, tus mallas, tu camiseta transpirable y ¡a sudar la gota gorda!

Elimina los hábitos poco saludables

Di adiós al alcohol, al tabaco e incluso a la sal. Estos hábitos nos aumentan los triglicéridos, los vasos sanguíneos y nos pueden provocar hipertensión. Y, sobre todo, que nuestro colesterol malo aumente. Un cóctel excesivamente peligroso para nuestro organismo. Eliminar, eliminar y eliminar. ¿Lo tienes claro?

Dieta para reducir el colesterol

Es fundamental. Debes consumir alimentos ricos en fibra, en ácidos grasos insaturados, en omega 3 y sobre todo antioxidantes (por la vitamina C y E) como el tomate natural.

Añade a tu dieta frutos secos, consume más pescado que carne (sobre todo blanco), come legumbres 2 veces por semana y cereales integrales. Evita en la misma medida los dulces (bollos, galletas…) y el consumo de embutidos como el chorizo, las salchichones o las longanizas.

El tomate no es malo para el colesterol, ¡es tu mayor aliado!

El tomate es una hortaliza rica en nutrientes y antioxidantes, y uno de sus componentes más destacados es el licopeno. Este antioxidante es el responsable del característico color rojo del tomate y, más allá de su aporte estético, tiene propiedades que benefician nuestra salud cardiovascular.

1. Efecto regulador del licopeno: El licopeno tiene la capacidad de aumentar los niveles del colesterol bueno, HDL, ayudando a equilibrar su concentración en nuestra sangre. Al hacerlo, reduce el riesgo de que el colesterol malo, LDL, se acumule en las arterias.
2. Propiedades antioxidantes: Estas propiedades protegen a nuestras células del daño oxidativo, uno de los factores que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Además, combate los radicales libres, que están asociados con el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades.
3. Fibra y nutrientes: El tomate es también una fuente de fibra dietética, que ha demostrado ser eficaz en la reducción del colesterol en sangre. Además, contiene potasio, que puede ayudar a reducir la presión arterial, y niacina, conocida por sus propiedades de reducción del colesterol.

Estos son nuestros consejos para reducir el colesterol que te ofrecemos: actividad física moderada, elimina los hábitos saludables, una dieta rica y variada y consumir tomate natural. Y tú, ¿le dices adiós al colesterol?