Hacer las cinco comidas al día es clave para una correcta alimentación, aunque quién va a negar que la favorita de los pequeños de la casa desde siempre ha sido la merienda. Por eso, como nos gusta cuidarte, te damos algunos consejos para prepararlas de forma saludable y nutritiva para niños. ¡Toma nota! 

Variedad de alimentos 

Tienes que comer de todo o no te harás grande era una frase recurrente en casa de nuestras madres y abuelas y que, analizándola bien, tiene mucho sentido.  

Es cierto, es importante que exista cierta variedad de alimentos que compongan las comidas de, especialmente, los más pequeños, pues se encuentran en etapa de crecimiento y necesitan esos nutrientes para desarrollarse más fuertes y sanos. 

Por ello, en una merienda completa no debería faltar una pieza de fruta o de verdura, proteínas, como un yogur o pavo; carbohidratos para aportarles energía, como pan o cereales integrales; y grasas saludables, como nueces, aguacates y, por supuesto, aceite de oliva. 

Ingredientes ricos en nutrientes 

Todos sabemos que, al elegir materias primas como frutas o verduras estamos apostando por alimentos ricos en nutrientes, pero ¿cómo puedo saber si un producto envasado también lo es? Fácil, sólo tendrás que revisar la información nutricional que aparece en la etiqueta. 

Además, te aconsejamos que dejes a los niños elegir entre las distintas opciones que les propongas, y que ya sepas tú que son saludables, así lo consumirán con más ánimo pues serán ellos mismos quienes tomen la decisión. 

Evita azúcares y alimentos procesados 

Aunque las galletas, la bollería y los zumos de frutas han sido siempre un tópico en las meriendas de los niños, debemos cambiar ya esa costumbre. Este tipo de alimentos, aunque deliciosos y con un elevado aporte calórico, son bajos en nutrientes, lo que puede afectar negativamente a la salud y el bienestar de los niños a largo plazo. 

En su lugar, apuesta por productos frescos y naturales que, aunque no lo creas, son muchas las opciones que existen y, sobre todo, ¡exquisitas! 

Asegura su diversión 

Un truco para que los pequeños de la casa estén dispuestos a probar alimentos nuevos y coman de todo es haciendo de cada merienda una experiencia gastronómica única y divertida. 

Recuerda que, en este caso, la diversión no es sinónimo de elaboración complicada, aquí lo principal es que sean beneficiosas, atractivas y agradables para los niños. 

Por eso, te animamos a probar cortando la comida en formas divertidas y a preparar platos coloridos y llamativos. Una opción que nunca falla es animar a los peques a elaborar su propia merienda, es decir, involucrarlos en el proceso y hacer que se sientan más entusiasmados por comer. ¡Se lo pasarán genial a la vez que comen saludable! 

Cantidad adecuada 

Al igual que ocurre en la alimentación de los adultos, la cantidad depende de los distintos factores que condicionan la vida de cada niño, ya sea su edad, nivel de actividad física o las necesidades nutricionales de cada uno. 

No obstante, sí que es cierto que de media un niño debería consumir de 100 a 200 calorías. Aquí la clave está en tener en mente que la merienda no debe sustituir en ningún caso a una comida principal, sino complementarla. Por lo tanto, asegúrate de que esta no sea tan grande que condicione su apetito para la siguiente comida. 

En definitiva, la merienda es una comida clave en el desarrollo alimentario de los niños y, por ello, es tan importante saber elegir correctamente los alimentos que incluimos en ella. Sigue estos consejos para asegurarte de que les ofreces lo mejor y, si buscas ideas que te inspiren, puedes echarle un vistazo a nuestro blog.