Nos encanta la pasta. La adoramos. Es así y no tenemos que esconderlo, al contrario, lo decimos bien alto y claro. Si hay algo que envidiamos de los italianos es de su gastronomía, base de la Mediterránea, y que tanto placer causa a nuestros paladares junto con las salsas para pasta que le añadimos. Pero, ¿conoces todos los tipos de pasta italiana que existen? ¿Sabrías diferenciarlos? No te preocupes, en el blog de Hida Alimentación te realizamos una pequeña selección para que lo conozcas todo sobre la pasta.
¿Qué es la pasta italiana?
Empecemos por lo básico. La pasta es un conjunto de alimentos que se preparan con harina mezclada con agua a la que dependiendo de la tipología se le añade huevo, sal o verduras y que se suele cocer en agua hirviendo y un poquito de aceite de oliva virgen extra. Su origen no está del todo claro pero diversos investigadores lo cifran sobre 1271 cuando Marco Polo lo descubrió en uno de sus viajes a China. Sin embargo, se han encontrado algunas referencias a la pasta en documentos del Imperio Romano. Lo que sí está claro es que los italianos, y especialmente la ciudad de Nápoles, son los principales exportadores de este tipo de alimento, siendo casi sagrado para ellos.
¿Cuántos tipos de pasta italiana existen?
Existen diferentes tipos de pasta italiana atendiendo a sus características (formas y tamaños) que resumimos a continuación:
Tipos de pasta italiana según su longitud
Pequeñas. Dentro de esta variedad encontramos a los fideos, a las estrellitas, a los orzo, a los puntine…. Es decir, se trata de una variedad de pasta que utilizamos para cocinar en los guisos y sopas o incluso para añadir a nuestras ensaladas. Por su tamaño, requieren de una cocción muy breve para estar al dente.
Cortas. Este tipo de pasta se pueden preparar tanto para acompañar a un plato principal, como por ejemplo los rigatoni, o para servir como plato único, como los macarrones. Además de los citados tenemos los rigatoni, los tortiglioni, los penne, los ñoquis, los fusilli, los rotini, los farfalle, los tiburones, los dedales o la lengua de pájaro. Lo mejor de esta variedad es que puedes combinarlo con cualquier tipo de salsa para pasta como la boloñesa o la napolitana o simplemente con ese Tomate frito casero que tanto te encanta. Hagas lo que hagas siempre será un acierto para tus comensales.
Alargadas. Por su longitud deben tomarse como plato único ya que no combinan bien ni con los guisos ni con las sopas, pero para gusto colores. Dentro de estos platos nos encontramos con los espaguetis, los tallarines, los vermicelli (no confundir con los espaguetis ya que son más delgados), los pappardelle, los fettucine, los linquine, los capellini, los ziti y los bucatini. ¡Se nos hace la boca agua! Y si a todos estos alimentos los acompañas con una salsa para pasta casera… Ummm.
Pero si todavía tienes dudas sobre el tamaño de un determinado tipo de pasta italiana siempre puedes acudir a la morfología de la palabra para averiguarlo. Así, las pastas de tamaño pequeño suelen acabar en -elli, -illi, -etti, -ine, -elle o -ini; y las pastas de tamaño grande en -otti y -oni. Así de fácil.
Pastas rellenas
Además de su longitud también encontramos otras variedades de pasta que, si bien encajan en la clasificación anterior, contienen una particularidad que las hace un poco únicas y merecedoras de una categoría aparte. Se trata de las pastas rellenas de algún alimento como queso, jamón o incluso espinacas. Ravioli, tortellini, tortelloni, los panzerotti, los cappelletti y los agnolotti son algunas de estas pastas.
Estas son el tipo de pasta italiana que existen y que se adaptan a esta forma de clasificar que hemos adoptado. Sin embargo, lo importante no es la pasta, que también, sino el acompañamiento que le eches siendo las conservas de vegetales como las salsas para pasta nuestros mayores aliados. Y tú, ¿cuál es tu tipo de pasta favorita?