No hay nada como el aroma de una pizza recién horneada en casa. La clave para una pizza perfecta está en su base: una masa crujiente por fuera y esponjosa por dentro que sirva de lienzo para una combinación de sabores increíble.

En este artículo, te enseñamos cómo hacer una masa de pizza casera perfecta, junto con algunos trucos y salsas que llevarán tu pizza al siguiente nivel.

Ingredientes para la Masa de Pizza

Para hacer una base de pizza (aproximadamente 2-3 personas), necesitarás:

  • 300 g de harina de fuerza (mejor que la común, ya que aporta más elasticidad).
  • 180 ml de agua tibia.
  • 10 g de levadura fresca (o 3 g de levadura seca de panadería).
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 cucharadita de sal.
  • ½ cucharadita de azúcar (ayuda a activar la levadura).

Paso a Paso: Cómo Preparar la Masa de Pizza

  1. Activa la levadura: Mezcla la levadura con el agua tibia y el azúcar. Deja reposar 10 minutos hasta que aparezcan burbujas.
  2. Mezcla los ingredientes: En un bol grande, añade la harina y la sal. Vierte en el centro el agua con levadura y el aceite de oliva.
  3. Amasa bien: Forma una masa y amasa durante 8-10 minutos en una superficie enharinada, hasta que esté elástica y suave.
  4. Tiempo de reposo: Forma una bola, colócala en un bol engrasado, cúbrela con un paño y deja que repose en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.
  5. Dale forma: Una vez levada, estira la masa sobre una superficie enharinada con un rodillo o con las manos, dándole el grosor que prefieras.
  6. Hornea con toppings: Precalienta el horno a 220°C, agrega tu salsa favorita y los ingredientes elegidos, y hornea durante 12-15 minutos.

Trucos para una Masa de Pizza Perfecta

  • Usa harina de fuerza para conseguir una textura más elástica y crujiente.
  • Dale tiempo a la levadura para que actúe y logre una textura aireada.
  • Si quieres una base más ligera, extiende la masa con las manos en lugar de usar rodillo.
  • Si tienes una piedra refractaria, úsala para un horneado más profesional.
  • Para bordes dorados y crujientes, pincela la masa con un poco de aceite de oliva antes de hornear.

Qué Salsa Usar en tu Pizza

Una buena base de pizza necesita una salsa de calidad. Estas son algunas opciones Hida que elevarán el sabor de tu pizza:

Hora de Crear tu Propia Pizza Casera

Ahora que sabes cómo hacer una masa de pizza casera perfecta y qué salsas usar, es momento de poner manos a la obra. ¿Cuál será tu combinación ganadora? Cuéntanos en los comentarios con qué ingredientes la acompañarías.

Las especias son el secreto mejor guardado de la cocina. No solo añaden sabor, sino que también realzan los ingredientes y crean combinaciones únicas. Sin embargo, saber cómo combinar especias correctamente puede marcar la diferencia entre un plato equilibrado y uno que resulte demasiado fuerte o apagado.

Si quieres descubrir qué especias combinan mejor entre sí y cómo usarlas en diferentes tipos de cocina, ¡sigue leyendo!

¿Por qué es importante saber combinar especias?

Las especias son capaces de:

  • Resaltar el sabor natural de los alimentos.
  • Aportar profundidad y aroma a cualquier receta.
  • Sustituir el exceso de sal, haciendo las comidas más saludables.
  • Crear experiencias gastronómicas únicas con mezclas personalizadas.

Pero para lograr esto, es clave conocer qué especias funcionan mejor juntas y en qué platos utilizarlas.

Tipos de especias y cómo combinarlas

Aquí te dejamos una guía rápida con combinaciones de especias según el tipo de cocina:

1. Especias para carnes rojas

Las carnes rojas requieren sabores intensos que complementen su jugosidad:

  • Pimentón + Comino + Ajo en polvo (para adobos y asados).
  • Romero + Pimienta negra + Tomillo (para carnes a la parrilla).
  • Canela + Clavo + Jengibre (perfecto para guisos especiados).

2. Especias para aves

Las carnes blancas, como el pollo o el pavo, combinan bien con especias suaves y aromáticas:

  • Curry + Cúrcuma + Pimienta blanca (para recetas de inspiración asiática).
  • Estragón + Mostaza en polvo + Ajo en polvo (ideal para asados).
  • Orégano + Pimentón dulce + Comino (para marinados y salsas).

3. Especias para pescados y mariscos

Los pescados y mariscos necesitan especias frescas y ligeras que no enmascaren su sabor:

  • Eneldo + Limón en polvo + Pimienta blanca (perfecto para pescados al horno).
  • Cilantro + Comino + Jengibre (para mariscos y recetas exóticas).
  • Albahaca + Ajo + Perejil (para salsas y platos mediterráneos).

4. Especias para verduras

Las verduras pueden potenciarse con especias que aporten profundidad sin opacar su frescura:

  • Tomillo + Orégano + Romero (perfecto para verduras asadas).
  • Cúrcuma + Jengibre + Nuez moscada (para guisos o cremas).
  • Pimentón + Ajo en polvo + Pimienta negra (para salteados y platos veganos).

5. Especias para postres

Los postres también pueden beneficiarse de una buena mezcla de especias:

  • Canela + Nuez moscada + Jengibre (para bizcochos y galletas).
  • Anís + Cardamomo + Clavo (para bebidas calientes y postres especiados).
  • Vainilla + Cacao en polvo + Canela (para recetas dulces con chocolate).

Consejos para combinar especias como un experto

Si quieres sacarle el máximo partido a tus especias, sigue estos consejos:

  • Menos es más: comienza con pequeñas cantidades y ajusta según el gusto.
  • Experimenta con mezclas caseras: prueba combinaciones de 2 o 3 especias antes de añadir más.
  • Tuesta las especias antes de usarlas: potenciarás su aroma y sabor.
  • Evita mezclar especias con sabores demasiado similares: busca equilibrio entre dulce, picante y herbal.
  • Combina especias con ingredientes frescos: como ajo, jengibre o ralladura de cítricos, para un extra de sabor.

Crea tu propia mezcla de especias en casa

Si quieres empezar a experimentar, prueba estas mezclas caseras:

  • Mix para carnes: 2 partes de pimentón + 1 parte de ajo en polvo + 1 parte de comino.
  • Mix para ensaladas: 1 parte de albahaca + 1 parte de orégano + ½ parte de tomillo.
  • Mix para salsas y sopas: 1 parte de cúrcuma + 1 parte de jengibre + ½ parte de pimienta negra.
  • Mix para postres: 1 parte de canela + 1 parte de vainilla en polvo + ½ parte de nuez moscada.

¡Atrévete a jugar con los sabores!

Ahora que conoces cómo combinar especias, puedes empezar a probar nuevas mezclas en casa. No tengas miedo de experimentar y encontrar tu propia combinación perfecta.

Las croquetas son uno de los platos más queridos de nuestra gastronomía, pero lograr que sean cremosas por dentro, crujientes por fuera y llenas de sabor puede ser un desafío. Hoy te compartimos los mejores trucos y secretos para preparar croquetas perfectas, además de ideas deliciosas para incorporar los productos de Hida en su elaboración.

1. Una bechamel de ensueño

El secreto de unas croquetas irresistibles está en la bechamel:

  • Proporción correcta: Usa 1 litro de leche por cada 100 g de mantequilla y 100 g de harina.
  • Evita grumos: Añade la leche poco a poco mientras remueves constantemente con varillas.
  • Toque de sabor: Prueba a usar caldo de verduras o pollo en lugar de leche, o mezcla mitad leche y mitad caldo para un extra de sabor.

Tip Hida: Añade a la bechamel una cucharada de pisto o de escalivada Hida para darle un toque único y sabroso.

2. El rebozado perfecto

Un buen rebozado es clave para lograr croquetas crujientes:

  • Orden correcto: Pasa las croquetas por harina, después por huevo batido y finalmente por pan rallado.
  • Pan rallado especial: Usa pan rallado grueso o mezcla con panko para un acabado más crujiente.

Tip Hida: Para un toque gourmet, añade una pizca de pimiento caramelizado Hida al pan rallado antes de rebozar.

3. Congelarlas sin problemas

Si quieres adelantarte al trabajo, congela tus croquetas antes de freírlas:

  • Coloca las croquetas separadas en una bandeja y congélalas durante unas horas.
  • Una vez congeladas, guárdalas en bolsas herméticas o recipientes.
  • Fríelas directamente del congelador, sin descongelar, para evitar que se rompan.

4. Freír con maestría

El toque final de tus croquetas está en la fritura:

  • Usa aceite de oliva suave para un sabor auténtico.
  • La temperatura debe estar entre 170-180ºC para que se doren rápidamente sin abrirse.
  • Fríe pocas croquetas a la vez para mantener la temperatura del aceite estable.

5. Rellenos llenos de sabor

El relleno es donde las croquetas pueden brillar. Atrévete a salir de lo tradicional con estas ideas:

  • Croquetas de cebolla caramelizada y queso de cabra: Mezcla cebolla caramelizada Hida con queso de cabra desmenuzado para un relleno cremoso.
  • Croquetas de pisto con jamón serrano: Combina pisto Hida con pequeños trozos de jamón para un sabor lleno de tradición.
  • Croquetas de pimientos caramelizados y queso manchego: Mezcla pimientos caramelizados Hida con queso manchego rallado para un relleno lleno de contraste dulce y salado.

6. Presentación que enamora

Elige una presentación que destaque:

  • Acompaña las croquetas con salsas como mayonesa con pimiento caramelizado Hida o una suave crema de escalivada.
  • Coloca las croquetas sobre una cama de rúcula o con una guarnición de ensalada para un toque fresco.

Estos son nuestros trucos infalibles para que las croquetas te queden perfectas, pero recuerda que no es sólo cuestión de técnica, ¡también de creatividad! Con productos como el pisto, la cebolla caramelizada o los pimientos caramelizados de Hida, puedes llevar este clásico a otro nivel.

¿Listo para ponerte manos a la obra?

El desayuno es considerado por muchos la comida más importante del día, y no sin razón: después de horas de ayuno nocturno, es la oportunidad perfecta para reponer energías y aportar nutrientes esenciales al organismo. Sin embargo, no todos son iguales. ¿Cómo asegurarte de que el tuyo sea realmente un desayuno equilibrado? Aquí te damos las claves para lograrlo.

1. Incluye los tres macronutrientes principales

Un desayuno equilibrado debe contener una combinación de carbohidratos, proteínas y grasas saludables para proporcionar energía, saciedad y un soporte nutricional completo.

  • Carbohidratos complejos: Opta por cereales integrales como pan, avena o quinoa. Estos aportan energía sostenida gracias a su bajo índice glucémico.
  • Proteínas: Las proteínas ayudan a mantenerte lleno durante más tiempo y contribuyen a la regeneración muscular. Incluye huevos, yogur natural, queso fresco, frutos secos o alternativas vegetales como tofu.
  • Grasas saludables: Aportan energía y son esenciales para la absorción de vitaminas. Añade aguacate, frutos secos, semillas (chía, lino) o aceite de oliva virgen extra.

2. Añade frutas y verduras

Las frutas y verduras son imprescindibles para un desayuno equilibrado, ya que aportan fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes.

  • Incluye una ración de fruta fresca como plátano, manzana, fresas o naranja.
  • Prueba añadir verduras como espinacas, tomate o calabacín en tortillas, tostadas o batidos para diversificar los nutrientes.

3. Modera los azúcares

Los desayunos ricos en azúcares simples (bollería, cereales industriales, zumos azucarados) provocan picos y caídas bruscas en los niveles de azúcar en sangre, lo que puede generar hambre temprana y falta de energía.

  • Opta por endulzantes naturales como la miel, el sirope de arce o frutas maduras si necesitas un toque dulce.
  • Elige yogures naturales o griegos sin azúcar y añade fruta fresca para endulzar de manera saludable.

4. Apuesta por porciones adecuadas

El desayuno debe aportar alrededor del 20-25% de las calorías totales de tu día. Sin embargo, no se trata solo de cantidad, sino de calidad.

  • Un desayuno equilibrado podría incluir:
    • 1 rebanada de pan integral
    • 1 huevo o una porción de yogur
    • 1 pieza de fruta
    • Un puñado de frutos secos o una cucharada de semillas

5. La hidratación también es clave

Después de horas de descanso, el cuerpo necesita hidratarse para reactivar sus funciones metabólicas.

  • Comienza tu día con un vaso de agua antes de desayunar.
  • Puedes optar también por infusiones o té, pero evita las bebidas azucaradas o con alto contenido en cafeína como los refrescos o cafés muy cargados.

6. Adapta el desayuno a tus necesidades

Un desayuno equilibrado puede variar dependiendo de tus objetivos, nivel de actividad física o tiempo disponible:

  • Si buscas energía rápida: Prueba un batido con avena, plátano, yogur y semillas.
  • Si necesitas saciedad prolongada: Un bowl de avena con leche, frutos secos y fruta fresca es ideal.
  • Si tienes poco tiempo: Tostada de pan integral con aguacate, tomate y un huevo duro.

7. Organiza tu semana para desayunar mejor

La falta de tiempo es una de las principales razones por las que muchas personas no desayunan de forma equilibrada.

  • Planifica con antelación: Deja preparadas opciones fáciles como avena remojada, huevos cocidos o fruta cortada en la nevera.
  • Prueba el batch cooking: Dedica un día a preparar desayunos que duren toda la semana, como muffins de avena y plátano, barritas caseras o granola.

Ejemplo de desayunos equilibrados

  1. Tostada mediterránea: Pan integral con aguacate, tomate fresco y un huevo cocido.
  2. Bowl de yogur: Yogur natural con avena, fresas y un puñado de frutos secos.
  3. Tortilla de verduras: Huevos batidos con espinacas, pimientos y cebolla, acompañados de pan integral.
  4. Avena nocturna: Avena remojada con leche, plátano en rodajas y una pizca de canela.

Un desayuno equilibrado no es sinónimo de complicación, sino de combinar los alimentos adecuados para aportar la energía y nutrientes que necesitas para empezar el día. Siguiendo estas claves, puedes asegurarte de que tu primera comida del día sea deliciosa, saludable y fácil de preparar.

Empieza a cuidar tus mañanas y transforma tu desayuno en un momento para nutrir tu cuerpo y tu mente. ¡Tu día lo agradecerá!

Las fiestas están llenas de momentos especiales, y no hay razón para perder horas en la cocina. Con estos 5 trucos podrás simplificar los preparativos y disfrutar más del tiempo con tus seres queridos.

1. Planifica tu menú y organiza las compras

Antes de empezar a cocinar, dedica un momento a decidir qué platos prepararás. Opta por recetas sencillas pero deliciosas, y asegúrate de tener todos los ingredientes. Haz una lista de compras detallada y divídela por secciones del supermercado (frutas y verduras, productos frescos, básicos de despensa). Esto no solo te ayudará a ser más eficiente, sino que evitarás esos viajes de última hora que generan estrés.

2. Usa productos que te faciliten la vida

No necesitas hacer todo desde cero para ofrecer un plato espectacular. Productos como el tomate frito Hida, el pisto sofrito o la cebolla caramelizada son aliados perfectos para crear recetas rápidas y llenas de sabor. Ahorras tiempo sin perder ese toque casero que encanta a todos. Por ejemplo, usa el tomate frito como base para una salsa rápida o la cebolla caramelizada para darle un toque a unas tostas con queso de cabra.

3. Cocina con antelación

Adelantar trabajo siempre es una gran idea. Puedes cortar verduras, preparar salsas o cocinar guarniciones el día antes de la cena. Así, el día del evento solo tendrás que ensamblar los platos o darles un toque final. Las recetas que se pueden recalentar, como guisos o platos al horno, son perfectas para ahorrar tiempo el día de la celebración.

4. Simplifica los aperitivos

No todo tiene que ser complicado. Canapés fríos, bandejas de embutidos o dips con panes son opciones fáciles y rápidas. Usa productos como el pimiento caramelizado Hida para darles un toque gourmet a tus entrantes en minutos. Por ejemplo, puedes preparar unos canapés con morcilla y pimiento caramelizado en un abrir y cerrar de ojos.

5. Delega tareas

No intentes hacerlo todo tú. Las fiestas son para compartir, y eso incluye la preparación. Pide a familiares o amigos que te ayuden con tareas sencillas, como montar los aperitivos o servir los platos. Esto no solo hará el proceso más rápido, sino que también lo convertirá en una experiencia divertida y colaborativa.

Con estos trucos, podrás ahorrar tiempo en la cocina y dedicarte a lo que realmente importa: compartir momentos inolvidables con los tuyos. ¡Buen provecho y Feliz Navidad!

El tomate frito es uno de esos ingredientes que no pueden faltar en la cocina: versátil, delicioso y el alma de muchísimas recetas. Sin embargo, hay algo que a todos nos ha pasado alguna vez: una pequeña gota de tomate frito termina en nuestra ropa, mantel o incluso en la encimera. ¡Pero no te preocupes! En este blogpost, te contamos cómo eliminar esas manchas de manera fácil y efectiva, para que puedas disfrutar de tus platos favoritos sin preocupaciones.

¿Por qué el tomate frito mancha tanto?

Antes de entrar en los métodos para quitar las manchas, es importante entender por qué son tan difíciles de eliminar. El tomate contiene pigmentos naturales llamados carotenoides, responsables de su intenso color rojo. Además, cuando se cocina, la grasa y los aceites que se mezclan con el tomate hacen que las manchas se adhieran más a las fibras de los tejidos.

Pasos básicos para actuar ante una mancha de tomate frito

El secreto para eliminar las manchas de tomate frito está en actuar rápido y usar los productos adecuados. Sigue estos pasos:

  1. Elimina el exceso de tomate frito: Usa una cuchara o un cuchillo sin filo para retirar la mayor cantidad de salsa posible. Hazlo con cuidado para no extender la mancha.
  2. Aclara con agua fría: Coloca la tela bajo el grifo y deja que el agua fría fluya desde la parte posterior de la mancha (el lado opuesto al que está el tomate). Esto ayudará a arrastrar los residuos sin fijarlos más.
  3. Evita el agua caliente: El calor puede fijar la mancha, haciéndola más difícil de eliminar.

Métodos para eliminar manchas de tomate frito

A continuación, te enseñamos distintos métodos para deshacerte de estas manchas en casa.

1. Jabón líquido y agua fría

  • Aplica un poco de jabón líquido para platos directamente sobre la mancha.
  • Frota suavemente con los dedos o con un cepillo de cerdas suaves.
  • Enjuaga con agua fría y repite el proceso si es necesario.
  • Lava la prenda como lo haces habitualmente.

2. Bicarbonato de sodio y agua

  • Mezcla bicarbonato de sodio con agua hasta formar una pasta.
  • Aplica la pasta sobre la mancha y déjala actuar durante 10-15 minutos.
  • Frota suavemente con un cepillo y enjuaga con agua fría.
  • Lava la prenda en la lavadora.

3. Vinagre blanco y detergente

  • Mezcla partes iguales de vinagre blanco y detergente líquido.
  • Aplica la mezcla sobre la mancha y frota suavemente.
  • Deja actuar durante 15 minutos antes de enjuagar con agua fría.

4. Leche caliente (para manchas difíciles)

  • Calienta un poco de leche, pero sin que llegue a hervir.
  • Sumerge la parte manchada de la prenda en la leche caliente y déjala reposar durante 20 minutos.
  • Enjuaga con agua fría y lava como de costumbre.

¿Qué hacer si la mancha persiste?

Si después de seguir estos pasos la mancha sigue visible, puedes repetir el proceso o usar un quitamanchas específico para grasas y pigmentos. Recuerda revisar siempre las etiquetas de las prendas para asegurarte de que el tratamiento no dañe el tejido.

Consejos para prevenir manchas de tomate frito

  1. Usa delantales o manteles antimanchas: Una forma sencilla de proteger tu ropa y superficies mientras cocinas o disfrutas de tus platos.
  2. Actúa rápido: Cuanto más tiempo pase, más difícil será eliminar la mancha.
  3. Evita frotar en seco: Esto solo hará que la mancha se extienda y penetre más profundamente en el tejido.

Disfrutar de un delicioso plato con tomate frito no debería ser un motivo de preocupación. Si las manchas aparecen, sigue estos consejos para eliminarlas de forma rápida y eficaz. ¡Que el miedo a mancharte no te impida disfrutar de la buena comida!

Unas patatas, huevos y un trozo de pollo… Para algunos pueden parecer ingredientes muy básicos, pero ¿sabes qué? Es posible elaborar platos de categoría con ellos. Dale un glow up a los elementales de tu cocina con algunos sencillos trucos. ¡Apunta!

Prueba diferentes técnicas de cocción

Cada ingrediente puede cocinarse de manera diferente según la receta que busques preparar. Y lo mejor, existen muchas formas de elaborar un mismo producto.

Por ejemplo, si lo que pretendes es obtener un sabor ahumado, cocina tus carnes y verduras a fuego alto. O, si lo que buscas es conservar su textura y color, saltea rápidamente.

En el caso de las sopas y guisos, te recomendamos la cocción a fuego lento, así lograrás que los sabores se integren mucho mejor, consiguiendo un resultado sensacional.

Haz una buena presentación

Por todos es sabido que se come antes por los ojos que por la boca. Por eso, no escatimes en dedicarle tiempo a una buena presentación. Esto permitirá que tus comensales ya partan de una buena predisposición para comerlo.

Y no te preocupes, ¡no es tan difícil! Emplear los colores correctos y la disposición ordenada de los alimentos será suficiente para comenzar.

Añade un toque caramelizado

Al añadir el sabor de, por ejemplo, la cebolla caramelizada en tus recetas las dotarás de un sabor dulce y profundo que no pasará desapercibido por nadie.

¿Lo mejor? Es posible incluirlo en todo tipo de platos, desde sopas hasta guisos y salsas. ¡El límite está en tu imaginación!

Utiliza especias

Las hierbas aromáticas y las especias aportarán a tus recetas un sabor diferente. Anímate a experimentar con ellas, ya sea con romero y ajo en las carnes o con canela en los postres.

Cada una aportará un toque único a tus alimentos. ¡Solo tienes que descubrir tu favorito!

Aprende a equilibrar los sabores

Todo cocinero que se preste debe probar su elaboración durante el proceso para poder rectificar y mejorarla.

Y no solo eso, también es importante saber cómo hacerlo. Es decir, si la receta está muy ácida, tendrás que agregarle un poco de azúcar o, si por el contrario, está muy dulce, lo que tendrás que hacer es añadir vinagre o un chorrito de limón.

La clave está en un buen sofrito

Ya sea cocinando arroz, guisos o caldos la magia siempre va a estar en su base: el sofrito.

A fuego lento, con ingredientes de calidad y su justa medida de sal y azúcar. O también puedes abrir un bote de nuestros sofritos… ¡fácil, sano y delicioso!

Marina o adoba los alimentos

Estas mezclas líquidas que incorporan ácidos, aceites y varios condimentos para añadir sabor y, en algunos casos, ablandar los alimentos, son especialmente útiles en la preparación de carnes, pescados y vegetales.

Este procedimiento permite profundizar el sabor de los alimentos y transformar platos simples en increíbles creaciones culinarias.

Tuesta granos y especias

Sí, estás leyendo bien. Esta sencilla práctica te ayudará a realzar el sabor de cualquier plato a la vez que lo dotas de una gran textura.

Mientras que al tostar las especias logras liberar sus aceites y aromas, al hacerlo con los granos, consigues que su gusto sea mucho más natural.

Para ello, asegúrate de utilizar una sartén bien seca y de no dejar de mover para que no se quemen.

¡Ahora ya lo sabes! No hay excusas para darle un plus a tus comidas, aunque sea a base de ingredientes sencillos. La clave siempre estará en cómo los cocines.