Desde hace unos años escuchamos que existen alimentos funcionales que aportan beneficios extra a nuestra salud, pero en ocasiones no sabemos cuáles son ni qué hacen exactamente. Por ese motivo, desde el blog de conservas de vegetales de Hida Alimentación, os explicamos qué sabemos acerca de ellos y si uno de nuestros productos, como el Tomate frito, puede ser considerado funcional o no.
¿Qué son los alimentos funcionales?
Un alimento funcional es aquel que tiene componentes biológicos activos que aportan beneficios añadidos a nuestra salud y pueden ayudar a prevenir algunas enfermedades. Simple, fácil y sencillo. Pero ¡cuidado! Hay que tener en cuenta que estos alimentos en ningún caso sustituyen a las recomendaciones de los especialistas médicos, sino que ayudan a nuestra salud.
¿Qué beneficios tienen?
Dependiendo del alimento obtendremos un beneficio u otro, pero los más comunes son los relacionados con crecimiento y desarrollo, sobre todo en niños, beneficios antioxidantes y para el sistema cardiovascular y funcionamiento intestinal entre otros.
¿Son todos los alimentos funcionales naturales?
Actualmente encontramos que hay alimentos funcionales que tienen este componente añadido de forma natural, y otros a los que se lo añaden o se lo incrementan para que aporte esos beneficios. Hay que destacar que podemos observar estos beneficios si los consumimos de forma habitual en nuestra dieta, no comiéndolos en grandes cantidades de forma esporádica.
¿Y cuáles son?
Dentro de los naturales encontramos el pescado, que es rico en Omega 3, el yogurt que contiene probióticos, o el tomate, que contiene licopeno. Un plato rico en alimentos funcionales sería en salsa de tomate ¡riquísima!
Entre los alimentos a los que se les añaden beneficios podemos encontrar la leche enriquecida con vitaminas y minerales, margarinas y mantequillas enriquecidas, sal yodada.
¿Es el tomate un alimento funcional?
Lo primero que debemos saber es que el tomate es una hortaliza rica en licopeno, una sustancia que ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y tiene propiedades antioxidantes. El licopeno es el encargado de darle al tomate su color rojo.
Una curiosidad acerca de esta sustancia es que se absorbe mejor cuando el alimento que lo contiene ha sido cocinado. Además, el aceite también ayuda a que el organismo pueda asimilar mejor esta sustancia, por tanto, si tomamos Tomate frito nuestro cuerpo absorberá más cantidad de licopeno que si lo comemos sin cocinar.
¿Existe una regulación para los alimentos funcionales?
Actualmente siguen la misma regulación que todos los alimentos, pero tanto la legislación española como la europea contemplan que cuando se realicen afirmaciones sobre los productos enriquecidos, el envase debe indicar el aporte nutricional del mismo. Además, no pueden atribuirle propiedades preventivas o de tratamiento o curación de enfermedades.
Debido a su popularidad la Unión Europea va a regular todas las alegaciones sanitarias que hacen estos productos, pidiendo que se demuestren científicamente los beneficios que afirman aportar.
Por tanto, podemos considerar que tanto el tomate como el Tomate frito son funcionales, ya que nos aportan beneficios antioxidantes de forma natural. Y tú, ¿utilizas alimentos funcionales en tu dieta diaria?