Nos encantan, las anhelamos al llegar a un bar e, incluso, algunos nos animamos a prepararlas en casa. Sí, hablamos de las tapas, ese tentempié tan típico español que nos acompaña a cualquier hora. Pero… ¿sabemos realmente cuál fue su origen? Pues verás, lo cierto es que no.
Existen muchas leyendas que se atribuyen el inicio de esta costumbre, a cual más curiosa y divertida. Por eso, como nos gusta cuidarte, te las vamos a contar todas… ¡presta atención!
Medida preventiva
Una de las versiones más escuchadas es que, durante el reinado de los Reyes Católicos, se producían muchos accidentes en la vía pública, ya fueran peleas o choques de carros y caballos. ¿La principal razón? Los involucrados iban bebidos.
Para evitar que esto ocurriera, se ordenó que en todas las tabernas se sirviera comida junto a la bebida. Y, para asegurarse de que la consumía, se colocaba sobre la copa. Así, si querían beber, primero tenían que comer.
Literalmente una tapa
Algunas referencias populares hacen mención de esta comida durante las paradas en casas de comidas durante los viajes largos. Para evitar que entrara polvo o moscas en sus bebidas, tapaban los vasos con un trozo de pan o de jamón, asegurándose de que el líquido se mantenía en perfecto estado y mantenía su aroma.
Práctico, ¿verdad?
La «tapadera» de los reyes
Una de las historias más expandidas acerca de su origen está protagonizada por el rey Alfonso X. Debido a que padecía la gota, el médico le limitó la ingesta de alcohol para evitar el mal. Así que, este, que seguía bebiéndolo, «tapaba» sus efectos comiendo pequeñas cantidades de comida.
Un tiempo después, tras corroborar sus buenos resultados, incitó a que se hiciera lo mismo en todas las casas para evitar la embriaguez en las calles.
Costumbre de ricos
Otros cuentan que la verdadera razón de las tapas reside en una costumbre de las clases pudientes. Estos acudían a clubes privados de la zona de Andalucía y consumían allí sus bebidas.
Los camareros, para que no les entrara polvo, tapaban los vasos con lonchas de jamón o queso y las servían de esta deliciosa manera.
Necesidad de jornaleros
Para muchos su origen es mucho más simple y racional. Pues, como leemos en pasajes de grandes novelas como el Quijote o Novelas Ejemplares, la tapa tenía un uso práctico.
Básicamente, los jornaleros, para no acabar desfallecidos antes de la hora de comer, tomaban estas tapas para ir matando el hambre.
Evolución de las tapas
Al principio, las tapas no iban más allá de una loncha de embutido o queso. No obstante, y como todos sabemos, poco a poco han ido evolucionando hasta encontrar todo tipo de tentempiés.
Los historiadores documentan que esto se debe a que, durante la posguerra, las clases bajas, que apenas tenían para comer, solo podían permitirse pagar platos suculentos. Por lo tanto, los bares ampliaron su carta para poder ofrecer mejores recetas.
Son muchas las historias que se cuentan sobre esta costumbre popular tan arraigada a nuestro país y es difícil saber cual es cierta. Así pues, lo mejor que podemos hacer es seguir disfrutando de esta maravillosa costumbre… ¿te animas con alguna de estas ideas?