Hoy en día podemos ver en cualquier supermercado productos con etiquetas eco, bio y orgánico, pero ¿cuál es la diferencia entre cada término? ¿Realmente existe alguna? ¿Y cuál es la mejor opción? Son algunas de las preguntas que seguro que te has hecho y que no conoces la respuesta. No te preocupes, en el blog de conservas vegetales de Hida Alimentación os contamos por qué estos tres términos son distintos. ¡Sigue leyendo para averiguarlo!
De dónde vienen
Aunque a simple vista parece muy sencillo saber a qué hace referencia tanto eco como bio y orgánico, la realidad es distinta. El término orgánico en realidad procede de una mala traducción del inglés, idioma en el que “organic” en realidad tiene el mismo significado que “ecológico” en español. Esta traducción es la que nos lleva, en ocasiones, a poder confundir un producto eco con uno orgánico. ¿Y el término “bio”? Proviene del griego y significa “vida”.
La diferencia
Una vez que sabemos de dónde vienen los términos, es hora de ver en qué se diferencian unos de otros. Un producto bio es aquel que no ha sido manipulado genéticamente. Una alternativa a la etiqueta bio es non GMO, que quiere decir, no manipulado genéticamente.
Los productos orgánicos son aquellos en los que solo se han utilizado productos naturales para obtenerlos, es decir, que son libres de pesticidas y químicos, pero es posible que las semillas, en el caso de frutas, verduras y hortalizas, sí sean transgénicas o modificadas genéticamente.
Por último, los productos ecológicos, como el Tomate Frito Ecológico son productos libres de pesticidas y fertilizantes químicos y que no han sido manipulados genéticamente. Además, que su producción es sostenible y que ha respetado los ciclos naturales de todas las partes que constituye el ecosistema en el que se desarrolla.
Estos tres términos solo hacen referencia a la forma en la que se han obtenido los alimentos que podemos encontrar en cualquier supermercado. Si también nos interesa la huella ecológica que tenga el producto, tendremos que buscar la etiqueta “kilómetro cero” que hace referencia al proceso por el que el producto ha llegado a nuestra despensa y cómo de respetuoso con el medio ambiente es el mismo.
¿Cuál es la mejor opción entre bio, eco u orgánico?
Ahora que tenemos clara la diferencia entre todos estos conceptos, llega el momento de decidir cuál se viene a casa con nosotros. Primero, hay que aclarar que la calidad nutricional de un producto no tiene nada que ver con si es “eco” “bio” u “orgánico” ya que las tres etiquetas solo hacen referencia a la forma en la que se han tratado los alimentos.
En ocasiones, la diferencia entre un producto eco y no eco solo está en la procedencia de la materia prima con la que se ha elaborado, como es el caso del Tomate Frito Ecológico de Hida Alimentación. Es decir, se sigue la misma receta en su elaboración, pero usando ingredientes totalmente ecológicos.
Un ejemplo de productos eco en los que varía su composición son los yogures, ya que son más ácidos que los no eco y se les suele añadir un poco más de azúcar para contrarrestar esta acidez. Lo ideal en cualquier caso es apostar por productos que nos aseguren una menor ingesta de químicos, ya que esto beneficia a nuestra digestión.
Ahora que ya conoces la diferencia exacta entre un producto eco, bio y orgánico, ¿con cuál te quedas?