Por la manera de combinar con todo tipo de carnes, pastas, pescados, verduras y arroces, el Tomate frito es, indiscutiblemente, una de las salsas más importantes y básicas de toda cocina. Así, su elaboración artesanal de materias primas aporta a nuestro paladar, un sabor exquisito y único. Aunque es por todos conocidos su sabor, lo que seguro que no conoces todavía son los innumerables beneficios que nos aporta en nuestra dieta. ¿Te gustaría conocerlos?
Ayuda contra el cáncer de próstata: Consumir Tomate frito ayuda a reducir el cáncer de próstata, ¿Qué cómo es eso posible? Como ya hemos comentado en otra ocasión, el Tomate frito es la mayor fuente de licopeno, que es un antioxidante que actúa contra los radicales libres de nuestro cuerpo. Además, una ventaja al respecto con el tomate natural es que su asimilación en el organismo humano es superior cuando está frito. En concreto, su presencia en el Tomate frito es de unos 25 miligramos por unos 2 miligramos en un tomate fresco aproximadamente.
Combate las enfermedades cardiovasculares: El consumo de Tomate frito ayuda en la prevención en diferentes patologías crónicas cardiovasculares como la obesidad, la hipertensión arterial o la diabetes. Esto es así debido a la presencia o ausencia de determinados niveles de grasas y azúcares en su elaboración.
Envejecimiento prematuro:Según diversos estudios realizados, el consumo diario de Tomate frito mejora la protección de la piel contra la radiación ultravioleta. Además esta característica hace que sea un alimento muy eficaz para evitar el envejecimiento prematuro de la piel y puede ayudar a mejorar enfermedades tan dañinas como el cáncer de piel.
Cabe destacar que la mayoría de estas propiedades beneficiosas para la salud del Tomate frito, no deben ser vistas como algo principal sino como un complemento adicional, una ayuda más dentro de una dieta equilibrada y llena de vida saludable. En definitiva, una vida de color Hida.