A todos nos encanta usar el congelador para conservar los alimentos, sobre todo para guardar sobras y tener siempre disponibles productos en buen estado durante toda la semana. Sin embargo, no podemos ir a lo loco, pues no todos los alimentos son idóneos para congelar, ya que existen contraindicaciones como la perdida de sabor y textura que pueden surgir a bajas temperaturas.
Además, al contrario de lo que la gente suele creer, cuando se congela un alimento no desaparecen las bacterias que en él pudieran contener, sino que permanecen inactivas y se vuelven activar en la descongelación.
Por ello, aunque en la mayoría de las ocasiones el sentido común sea nuestro salvador, desde el blog de Hida Alimentación queremos ayudarte con el siguiente listado de alimentos que no se pueden congelar, para evitar cualquier tipo de error en su conservación. ¡Toma buena nota de todos ellos!
Mayonesas y otras salsas
La mayonesa o la salsa holandesa no son buenas aliadas de la congelación ya que pueden cortarse durante el proceso de descongelación. Además, en el caso concreto de la mayonesa, esta tiende a formar una masa sólida…sin gusto ni textura. La única salsa de esta categoría que podría aguantar sería la bechamel, que sólo perdería parte de su textura.
Tartas
¡Nunca lo hagas! El problema de congelar las tartas o los pasteles es que en el proceso de descongelado tienden a agrietarse, perdiendo toda su textura y consistencia.
Patatas
El principal problema de las patatas es que su fécula se deshace cuando se congela, perdiendo sabor y textura. Este proceso ocurre en recetas que se congelan bien, como las lentejas o los estofados de carne, donde lo recomendable es sacar las patatas antes de congelar pues estropearían el resto del plato.
Salchichas
Todo un clásico de la perdida de sabor y consistencia. Jamás deben congelarse y lo recomendable es utilizar el frigorífico.
Pastas
En general el frío extremo deteriora el sabor y la consistencia de platos como la pasta o incluso el arroz, por eso siempre deben consumirse recién cocinados. Por ello, es posible que al congelarlos se note que se ha perdido algo de textura más de lo debido.
Lácteos (quesos, leche…)
Este tipo de alimentos tampoco son muy amigos de la congelación. En el caso de la leche, suele quedarse una especie de consistencia granulosa, y el caso de los quesos, al descongelarlo suele desmoronarse a la hora de córtalo, perdiendo todas sus propiedades. No obstante, los quesos duros sí podríamos congelarlos, siempre y cuando se coloquen dentro un papel de plástico.
Huevo
Los huevos se pueden congelar…siempre y cuando no lo hagamos con la cáscara, pues existe un serio riesgo de que estallen. La clara del huevo sí responde bien, por ello, lo ideal para su congelación es batirlo primero para separar la yema y su clara. Y si ya batimos las yemas y las mezclamos con sal o azúcar, el resultado será todavía más positivo.
Frutas, verduras y otros vegetales
El agua es su gran problema, ¿quién nos lo iba a decir? Al congelarse se forman cristales de hielo que pueden dañarlos, lo que al descongelarlos provocará un aspecto muy desagradable. Un buen truco es hervir o escaldar las verduras antes de congelarlas para que conserven sus propiedades.
Rabas fritas
En general cualquier tipo de fritos, pero en concreto las rabas fritas se ponen blandas al ser descongeladas.
Jamones o embutidos
Cualquier alimento con grasa (carnes, tocinos, pancetas, jamón…) tienen una congelación muy lenta que hace que ésta se enrancie y su sabor afecte a la magra. Por ello, al congelar jamón se recomienda retirar el tocino.
Estos son nuestras 10 recomendaciones de alimentos que no se pueden congelar. ¿Los tienes claros?