Diferencias y tipos de aceite para cocinar

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Fecha de publicación
8 junio 2023
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3 minutos

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Diferencias y tipos de aceite para cocinar

En una dieta equilibrada no deberían faltar los carbohidratos, las proteínas, las vitaminas, la fibra y, por supuesto, las grasas saludables, siempre teniendo en cuenta las necesidades nutricionales de cada persona. De ahí que el aceite sea uno de esos alimentos que siempre integramos en nuestras comidas. 

Pero ¡ojo! No son todos iguales, pues varían en función del método de cocción y la temperatura en la que se cocina. Por eso, como nos gusta cuidarte, te enumeramos los distintos tipos de aceite de cocina que existen y cuáles son sus principales diferencias

Aceite de oliva virgen extra (AOVE) 

Es uno de los aceites más saludables ya que se obtiene de una primera extracción en frío y permite conservar los compuestos beneficiosos y el sabor natural de las aceitunas, que se encuentran en su punto óptimo de madurez. 

El AOVE se caracteriza por su gusto suave y frutado, lo que lo convierte en un alimento versátil y que se utiliza tanto como aderezo como para cocinar. Y, cómo no, es el que empleamos en nuestras conservas de Hida para asegurarte la máxima calidad y aroma en cada uno de tus platos. 

Aceite de oliva virgen 

Es la categoría que sucede al anterior y se diferencia de este en que su gusto es algo menor, a pesar de que la calidad sea similar y sus usos culinarios los mismos.  

A este le sigue el aceite de oliva refinado, que está sometido a un procesamiento para eliminar impurezas y suele mezclarse con AOVE para mejorar su sabor. 

Por lo tanto, cuanto menor es el nivel, inferior es la calidad y mayor su proceso de producción. 

Aceite de girasol 

Es uno de los aceites más habituales en nuestras cocinas. Se extrae de las semillas de girasol y se caracteriza por su aroma suave y neutro, que, al no alterar el sabor de las comidas, permite incluirlo en multitud de preparaciones. 

Además, presenta un punto de humo bastante alto, lo que le faculta para soportar grandes temperaturas sin descomponerse ni derivar en propiedades no deseadas. Así pues, es habitual su uso en fritos, salteados y en cocciones a fuego medio-alto. 

No obstante, es necesario almacenarlo en un lugar fresco y oscuro para mantener su calidad dado que su gran contenido en grasas poliinsaturadas lo hace sensible a la oxidación. 

Aceite de coco 

Aunque es conocido por su uso en el cuidado del cabello y la piel, el aceite de coco también se emplea en la cocina. Debido a que presenta un punto de fusión bastante bajo, solemos encontrarlo en estado sólido y se vuelve líquido con el calor.  

En relación con ello, como cuenta con un alto punto de humo, puede soportar elevadas temperaturas sin descomponerse ni liberar compuestos indeseados, por lo tanto, es frecuente su empleo en fritos, horneados y salteados. 

Aceite de canola 

Puede que para algunos este aceite sea algo más desconocido. Sin embargo, se obtiene de la planta de colza y se caracteriza por ser una opción económica y de uso diario. Cuenta con un gran contenido en vitamina E, el cual ayuda a proteger las células del daño de los radicales libres.  

Y, al igual que el anterior, su punto de humo es elevado, lo que lo hace adecuado para técnicas de cocción y para freír, saltear y elaborar salsas o emplear en repostería

Ahora ya lo sabes, según las necesidades nutricionales y sabor que busques en tus recetas, elige adecuadamente el tipo de aceite que mejor se adecúe a cada una de ellas. ¿Un consejo? ¡Pruébalos todos y descubre cuál se complementa mejor con tus comidas favoritas!

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